Cuando el visitante llega a Torrente de Cinca, se da cuenta de la importancia que tiene la agricultura para la población. Rodeado de campos de frutales, el municipio se encuentra ubicado muy cerca del río Cinca.
Paseando por sus calles puedes visitar la iglesia parroquial de Santa María Magdalena, de estilo barroco aragonés, situada en el centro del casco urbano, en la plaza que lleva su nombre. Construida a mediados del siglo XVIII, a partir de un templo anterior que fue incendiado en el trascurso de la Guerra de Sucesión. Tras unos años de costosas obras que comprenden la sustitución de la cubierta, saneamiento y limpieza de la fachada, reconstrucción del piso superior de la torre campanario y pintado interior de las tres naves y altar, en 2015 se reabre la iglesia, pudiendo contemplarla en la actualidad en todo su esplendor y belleza.
Cerca de la iglesia te encontrarás con Casa Ferrabrás, gran casa solariega dispuesta en tres alturas, realizada completamente en piedra sillar. La separación horizontal de los tres pisos se realiza mediante línea de imposta tallada en piedra, dando una sensación de proporcionalidad. Reconstruida en fases, en el año 2010 se ubica en el edificio el Centro Cultural, albergando la biblioteca, sala de proyecciones y conferencias, salas de exposiciones, espacio joven, educación de adultos y salas para asociaciones municipales.
También en una plazoleta vecina de la plaza de laiglesia, podrás contemplar un original reloj de sol inventado por un ilustre torrentino, el padre Manuel Cazador López.
Subiendo por sus calles, llegarás a los pies del Castillo árabe que domina la localidad. El castillo debe su emplazamiento a la línea defensiva del río Cinca. Torrente se hallaba en zona musulmana y al otro lado del río era zona cristiana.
Cerca de las escuelas encontrarás los Lavaderos Municipales construidos en 1933 y de grandes dimensiones. Aunque su función original ahora no tiene sentido, se han restaurado y se mantienen operativos como parte de la historia reciente. En su entorno se ha instalado un moderno parque infantil.
A 2 km. del casco urbano, en el pico más destacado por su altura, y con una excepcional vista panorámica de la ribera del Cinca desde su mirador, nos encontramos con la ermita monasterio de San Salvador. Es uno de los dos monumentos más importantes de esta localidad, de estilo renacentista que data de 1550, ha sido ampliado en numerosas ocasiones y restaurado recientemente por el Ayuntamiento de Torrente de Cinca.
Las crónicas de la época cuentan como en una de las capillas de la iglesia se guardaba una vasija de aceite milagroso con el que se producían numerosas curaciones; la más famosa fue la del rey Felipe II.
Otro elemento a tener en cuenta es el abrevadero de caballerías conocido como la Fonteta, situada en la parte baja de la población, en el camino que va al río. Construida en 1908, y aunque su función original hoy en día no tiene sentido, la fuente se ha mantenido en servicio a través de los años.
Encontramos restos de la época árabe, como el puente acueducto en la zona llamada de Vall del Cos, sobre el que actualmente pasa la acequia vieja, más conocida como de abajo.