Villa de la provincia de Huesca próxima al río Cinca, la población que mantiene imborrable el paso de la dominación musulmana, iglesia parroquial de estilo mudéjar con portada renacentista.
Su topónimo viene de la voz romana OS, que equivale a torre de vigilancia o castillo. Hasta que el lugar se constituyó en Ayuntamiento, sobre 1834, se denominó Oso, y es a partir de entonces cuando se le añade una nueva consonante, llamándose Osso.
Sus orígenes hay que buscarlos más allá de la época romana, pero esos orígenes desgraciadamente, son inciertos por falta de documentación.
La primera mención data del 1184. En esa época se cita un tal Voham de Osso, peor nada se sabe de él.
En 1414 Fernando V de Aragón dio a Berenguer de Bardají el lugar y el castillo de Osso.
Y en 1422 consta que pertenecía a Berenguer de Bardají, Justicia de Aragón. Se llamó Oso hasta 1834 y Osso desde 1837.
La vecina localidad de Almudáfar, que siempre se ha mantenido fraternalmente unida a Osso, al formar parte su nombre de la abundante toponimia árabe de la zona, confirma la antigüedad histórica de estas poblaciones. En 1845 se unió al municipio de Osso de Cinca.
ALMUDÁFAR
Almudáfar es topónimo árabe "Almutafir", que significa "el victorioso", el último rey musulmán de Lérida y Fraga que, tras la pérdida de estas ciudades, desencantado de las vanidades cortesanas, se retiró a las feraces huertas del Bajo Cinca y dio lugar a la próspera población de Almudáfar.