Zaidín es una población de origen árabe. En 1092 el futuro Pedro I dio el castillo de Zaidín a Pedro Ramón de Eril, en 1120 pertenecía al gobernador musulmán de Lérida Abgifiliel quien lo ofreció a Ramón Berenguer III como pacto de no agresión, el cual también fue residencia de Alfonso I en 1130.
Se han encontrado restos arqueológicos y datos históricos que confirman asentamientos anteriores, de la época íbera y posteriormente romana, pero puede decirse que la verdadera historia de Zaidín comienza en la época de la invasión musulmana, ya que hasta el 1.147 no fue reconquistada definitivamente, pasando en el siglo XV a formar parte de la baronía que se entregó a Berenguer de Bardají (anteriormente había formado parte de las propiedades de los Señores de Moncada de Fraga).
Núcleo Urbano primitivo
Estuvo constituido por su castillo y algunas casas arracimadas junto a sus muros. Posteriormente la población fue desparramándose como pudo, entre barrancos, altos y bajos y edificaciones de barro y piedra, de claro origen ibérico. Cerca del Cinca y lejos del mismo, por temor a las avenidas.
La demografía zaidinesa debió ser escasa en el medievo. En 1.485, el arquero Cock, cuando pasó con Felipe II, escribe que poseía 100 vecinos, es decir alrededor de 500 habitantes; en 1.845, poseía 844; en 1.900 sumaba ya 1.863; en 1.910, eran 2.043; en 1.920, un total de 2.087; el año 1.930, sumaba 1.883; en 1.940, contaba con 1.836 zaidineses; en 1.953 eran 2.060; en 1.961, eran 2.099; en 1.966 sumaban 2.077 y en 1.975 cuenta con 1.950.
Puertas.- La Villa estuvo amurallada hasta bien entrado el siglo XX. Unas veces la muralla estaba construida por la parte trasera de las casas y otros por paredones de sillería. Los accesos o puertas los ubicamos en el Portal (entrada principal); la porteta (Plaza de la Iglesia); el forat (Calle Baja); el furigachó (Calle Ruiz de Alda), y al final de la calle Mayor, existió otra puerta con torre de defensa y vigilancia, con vestigios, hasta hoy.
Caminos.- Por su clara posición fronteriza fue encrucijada de importantes caminos, ya, desde la romanización. El principal procedente de Lérida, venía por la Mariola (hasta hoy camino de Zaidín), Montagut, La Collada, Valmaña, Clamor, Las Forcas, entrando en Zaidín por el Portal (con muralla preciosa desaparecida), iba por la Sisona, Canterella (puente en el Cinca, sin restos) guardado el camino por los Castillones (torres fuertes de defensa) hacia el Alcanadre.
Otro camino, municipal (hoy cabañera), procedía de Fraga por la Fortunatus, Clamor, Tossal Redó (poblado ibérico), Fornets (hornos de cal, de ladrillos), Galianas, Encomienda, hacia Monzón.
Yacimientos Arqueológicos
Según los datos existentes en el Departamento de Cultura de la Diputación General de Aragón hay 18 yacimientos arqueológicos en el Término Municipal de Zaidín.
1 Castillo de Zaidín. Restos del castillo-palacio de los señores de Zaidín. Se conserva la plataforma donde se encontraba y restos de un muro en sillería de unos 50 metros con dos cubos en forma semicilíndrica.
2 Tosal Redó. Yacimiento de la Edad del Bronce localizado en la cima de un cerro próximo a la población.
3 Secá del Curro. Yacimiento prehistórico que se encuentra junto al barranco de la Clamor Amarga
4 Clamor Amarga. Yacimiento del Bronce Final que se localiza en la margen izquierda del barranco de la Clamor Amarga justo enfrente del yacimiento anterior.
5 La Toza. Yacimiento del Bronce Final-Hierro con necrópolis tumular que ocupa la punta y laderas de un espolón.
6 Barranco de Ginet. Yacimiento del Bronce Final-Hierro que se localiza en un espolón.
7 Pleta de Bernat. Yacimiento del Bronce Final-Hierro que se localiza en un cerro muy próximo al límite con la provincia de Lérida.
8 Llano de las Cuadras. Yacimiento del Bronce Final que se encuentra en una ladera que mira al barranco de la Clamor Amarga.
9 Sierra de Peladet. Yacimiento del Bronce Final-Hierro que se encuentra en un cerro alargado muy próximo al anterior.
10 Veradet. Yacimiento de la Edad del Bronce.
11 Sierra de Puyals I. Yacimiento de la Edad del Bronce.
12 Sierra de Puyals II. Yacimiento de la Edad del Bronce-Hierro.
13 Puyals de Ambrosio. Yacimiento de la Edad del Bronce-Hierro.
14 Puyals de Menaixo. Yacimiento de la Edad del Bronce.
15 La Esperanceta. Yacimiento de la Edad del Bronce Final-Hierro con necrópolis tumular.
16 Tozal de Castro. Yacimiento de la Edad del Bronce.
17 La Cerdera. Yacimiento Ibero-romano.
18 El Regal. Yacimiento romano.
USOS Y COSTUMBRES
BAUTIZOS
Participaba toda la chiquillería del pueblo. Desde el balcón del neófito eran lanzadas grandes cantidades de higos secos, almendras, chapots (monedas) y el agua de la jarra que había sido llevada a la ceremonia para lavarse las manos el párroco.
BODAS
La vigilia rondaban los mozos con jotas, coplas y tocando esquellas. Si se trataba que los novios habían roto las relaciones se hacían las enramadas, consistentes en acumular latas y trastos en la puerta de ambos; si el contrayente era viudo o viuda se hacía el chan, equivalente a colocarse unos individuos enmascarados, fingiendo la voz sacaban todos los defectos del viudo o viuda; si la novia debía contraer deprisa por estar en estado, los mozos ponían en boca del novio esta coplica:
Tu madre tuvo la culpa
por dejar la puerta abierta,
y yo por meterme dentro
y tú, por estarte quieta...
El novio solía regalar a la novia los pendientes y ésta a su vez, a él, la camisa. La Ceremonia celebrase de madrugada, los sábados. No iban de viaje de novios. La novia acudía al templo en medio de dos solteras y al volver en medio de dos casadas. Igualmente el novio.
La primera noche de bodas solían los amigos asaltar la habitación conyugal ofreciendo a los recién casados dos tazones de caldo de gallinas robadas por cualquier corral.
ENTIERROS
El difunto era envuelto en una sábana, con rosario en las manos y la bula a los pies. El velatorio consistía en servir vino y galletas a los acompañantes y luego se contaban historietas y chistes.
DURANTE LAS FIESTAS
2 de Enero.- Era exclusivamente de los mozos. Solían ir a cantar a las mozas y estas les obsequiaban con vino y dulces.
San Antonio.- Fiesta patronal. La vigilia se encendían las clásicas hogueras. En la ermita bendición de caballerías y carrozas.
Ceniza.- Finalizado el Carnaval, se hacía un grandioso muñeco de cartón y trapo y entre cantos y gritos se le paseaba por la Villa, para luego quemarlo en medio de la plaza.
Anunciación.- Cada casa confeccionaba sequillos, buñuelos, tortas, etc.
Domingo de ramos.- De los ramos bendecidos se colocaban algunos en los balcones y otros eran llevados a los sembrados y cuando se hacía la siega al topar con el ramo se rezaba un padrenuestro y se hacía un trago.
Pascua.- Cada casa hacía grandes roscones con huevos, también los amortajados. Las mujeres solían recoger, después de la misa de Gloria, nueve piedras para guardarlas en su casa.
San Juan.- Patrono de la parroquia. De madrugada iba la gente al río a sanjuanarse, es decir, a lavarse; recoger té, hierbabuena, etc. Si había algún crío herniado se le pasaba por medio de un tronco.
Asunción.- 15 de Agosto. No eran fiestas. Se llamaba la virgen de los Dolores porque en esta fecha vencían los arriendos y se pagaban las facturas, con los consiguientes dolores.
San Miguel.- Era la fecha de cambio de casas.
Todos los Santos.- La campana grande sonaba toda la noche, lenta, solemne.
Fuente de los datos: D. Francisco Castillón Cortada.